Entrar a Yerbabuena es hacerte un regalo de buen gusto
Siendo relativamente jóvenes, Tijuana y ciudades del sur de California adoptaron una mezcla de estilos decorativos que han convivido por décadas sumando objetos, materiales y obras de arte que, al paso de los años y los cambios de generación, llegan a las ventas de garage, swap meets o sobreruedas. Uno quisiera llevárselos todos, pero el desafío es identificar aquellos que tienen valor histórico, emocional y, sobre todo, estético, para que resalten en un rincón de la casa o sorprendan como un regalo para alguien especial.
Para lograrlo, hay que tener la sensibilidad a flor de piel, como Karla Miranda y Carla Sofía, madre e hija que comparten el gusto por la decoración y por descubrir esos objetos que hacen conexión con las personas y los ambientes.
Ambas se han dedicado de lleno a crear Yerbabuena, este espacio donde podemos encontrar un sofá de piel, una lámpara de bronce o un diminuto alhajero de porcelana.
Ambas se han dedicado de lleno a crear Yerbabuena, este espacio donde podemos encontrar un sofá de piel, una lámpara de bronce o un diminuto alhajero de porcelana.
Con su equipo de restauradores recuperan estas piezas extravagantes o sencillas, siempre hermosas, para sorprender a sus clientes. También crean objetos únicos, y abren su espacio para que artistas de distintas regiones expongan y vendan su trabajo.
Complementa la experiencia de Yerbabuena la sección de ropa infantil con marcas como Catimini o Kenzo Kids. O los jabones artesanales fabricados en San Miguel de Allende por Madre Tierra, o los labiales PaiPai de Morelia.
Complementa la experiencia de Yerbabuena la sección de ropa infantil con marcas como Catimini o Kenzo Kids. O los jabones artesanales fabricados en San Miguel de Allende por Madre Tierra, o los labiales PaiPai de Morelia.
Amar es compartir
